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Por Marysol López

10 años y cuatro discos tuvieron que pasar para que San Pascualito Rey lograra ser una banda conocida entre la gente que gusta del rock en español. Esfuerzos infinitos para que otros artistas los voltearan a ver y constataran que es una propuesta inigualable y los representa como una corriente más en la escena musical, sobre todo en la suya; en donde no se pueden catalogar y resultan ser algo inimitable.

Esta noche en El Plaza era una velada más especial que las anteriores, esta noche se presentó formalmente el último disco de los Pascuales, ese que tantos años se tardó en salir a la luz y que representa todo lo vivido en los últimos cinco. Esta noche era como el bautizo de todo el coraje y valentía que ha mantenido unida a esta banda tan peculiar y tan querida por muchos.

Fue un set de casi 30 canciones en las que Pascual Reyes no dejaba de darnos sorpresas, nos mantuvo al borde de la emoción cada vez que presentaba al próximo invitado.

La noche inició con el intro de «Carne abierta» para que Otaola, Nexus, Juan, Luca y Pascual tomaran sus lugares en el escenario mientras recibían la ovación de más de mil fans que desde horas antes esperaban sentados en el piso apartando el mejor lugar de El Plaza para no perderse el más minimo detalle.

La primera parte del show consistió en un gran repertorio de Valiente, abrir con «Despertar» para seguir con «El día que me cuelgues», «Comezón», «Pájaros negros» (en donde la marimba a cargo de Nandayapa y la mandolina de Rod fueron el toque especial en esta canción), «Si te vas» y «Salgamos de aquí», complementando con algunas del Deshabitado y el Sufro Sufro Sufro: «Si pudieras ver», «Espero», «Así es el amor» y «Olvídate de mi», esta última con un invitado muy especial: Luis Navejas (vocalista del grupo Enjambre) quienes hace muchos años, cuando ambos grupos comenzaban, compartían escenarios diminutos como El Pasagüero; esta vez compartieron un escenario importante con una de las canciones más significativas de la banda.

Una pequeña pausa para reacomodar a todos los músicos en el escenario y cambiar instrumentos para tocar cuatro canciones en acústico.

«Cerquita de Dios» fue interpretada de tal forma que a todos nos puso la piel chinita, Luca en la vihuela, Nexus en el acordeón, Rod en la melódica, Juan en el bajo acústico, Otaola en la guitarra y Pascual con su potente y singular voz que se ha transformado al paso de los años. Lo mismo pasó con «Beso de muerto» y apariciones de nuevos instrumentos como un a mandolina, un bajo sexto y un güiro.

El set acústico se tornó más especial con la salida a escena de uno de los invitados más aplaudidos de la noche: Rubén Albarrán interpretó con Pascual «Navegando», canción que pertenece al Deshabitado.

Para finalizar esta intimidad el grupo se preparó con otro cambio de instrumentos. Armados con un yembé, un shékere, un bombo leguero y un sax barítono a cargo de Daniel Zlotnik (integrante de Los Dorados) San Pascualito Rey trajo a la señorona Astrid Hadad para interpretar «Pervertidamente», canción con la cual Astrid se lució en su baile sensual y en su voz característica. La sorpresa en el vestuario de esta mujer fue que se alzaba las enaguas de su vestido dorado y salian figuras de papel que hacían juego con sus piñas que traía en la cabeza.

Hubo otro invitado en este concierto y salió cuando la banda volvió a la normalidad, Jaime López salió a cantar «Todo se cae» volviéndola una canción aguerrida y potente.

«Sin precaución», «No voy a dejar», «Que pensar en ti», «¿Por qué?», «Caemos o volamos», y «Corazón corazón» (directo del tributo a José Alfredo Jiménez) sonaron fuerte en El Plaza acompañadas de la voz de sus fans que canción con canción coreaban todas las letras llegadoras de uno de los grupos más interesantes de la escena actual.

Una peculiar dupla se dejó escuchar: «Carne abierta» con «Historias», se mezcló el pasado con el presente, «¿qué tal si vienes a rajarme la madre?» con «Carne abierta es lo que tengo, es mi herida de nacimiento». Fue como si comprendiéramos la madurez en las letras de el presente que ya no duda más en romperse el corazón.

El detalle más significativo de la noche fue tener a tres invitados  en la sección de metales, lo que nunca habíamos visto en un show de SPR, y ya no depender de secuencias y sampleos para algunas canciones. Es así que en nuestro recuerdo se quedarán grabadas hasta las entrañas «Te voy a dormir», «Tuyo» y «Nos tragamos»; las trompetas se encargaron de los intros, cosa que se agradeció entre los fans de hueso colorado.

Con «Distrubios» San Pascualito Rey se despidió de un público completamente conforme con el show, la banda demostró de lo que está hecha y agradecida por la respuesta de sus fans abandonó el escenario. Esta noche acabó tarde, un show largo e inolvidable que nos demostró que estos muchachos cuando quieren tiran la casa por la ventana. Más noches de estas, por favor.