Presentado por:
terricolasimbeciles

aaaaibIntegrantes:
Alonso: Guitarra, Voz.
Miguel: Teclados.
José: Bajo.
Jaime: Guitarra.
Eric: Batería

“Sorprende y estimula por su crisol de ideas y recursos. Aire fresco en el panorama indie nacional”
Mondosonoro, 2010

“Lolaila Carmona podría ser la gran canción del verano”
El País, 2010

La ciudad de Granada es un caldo de cultivo en el que los buenos grupos crecen como hongos. Recién llegados, Napoleón Solo ya se han integrado perfectamente en ese ilustre linaje pop-rockero que va desde Los Ángeles a 091, Lori Meyers, Lagartija Nick o Los Planetas. Aún más sabiendo que Eric Jiménez, batería de estos dos últimos, decidió coger también las baquetas en Napoleón, aportando experiencia a un grupo en el que el resto de sus miembros tienen entre 23 y 27 años.

Más allá de sus orígenes en Granada, hay numerosas señales que desde Napoleón Solo apuntan al cosmos, que les convierten en extraterrestres dentro de la escena española. Hace unos meses se estrenaron con Será maravilloso, un EP producido por Fino Oyonarte (Los Enemigos, Clovis).

Las canciones de Napoleón Solo, provenentes de un microcosmos situado en un átomo de hidrogeno dentro de una neurona del hemisferio cerebral derecho de Alonso, navegan por variantes del pop guitarrero, con letras inteligentes que herméticamente envuelven recuerdos, fantasías, y reflexiones matizadas en una reminiscencia de esa actitud decadente dentro de la figura de las estrellas musicales que marcaron el pasado.

De esa forma Napoleón Solo en la opera, su primer álbum de larga duración, muestra una gran cantidad de vínculos musicales pero no cae en la obviedad consolidando un sonido propio lejos de cualquier referente actual. “Era necesario para algunos temas buscar colores de voz nuevos, que la voz se saliera de su sitio de vez en cuando”, dice el cantante, que en sus textos alterna entre el existencialismo descantado y los amores adolescentes con total naturalidad.

“A veces hay muchas voces, instrumentos que suenan durante cinco segundos en todo el disco y desaparecen, e incluso algún arreglo orquestal, voces chillonas, otras graves… Más que un disco de estudio, es un espectáculo” explica Alonso.

Todo ello se puede escuchar en la canción que abre el álbum, “Hola, qué tal”, un perfecto muestrario de lo que ofrece el grupo granadino, en la que se suceden interludios orquestales, partes vocales casi recitadas y otras exageradamente agudas, letras enigmáticas, hammonds matadores, brillantes solos de guitarra… ¡Tremenda! Y esa es sólo la primera canción, luego vienen otras 12 de las que no te podrás despegarte.