Aveces Siempre, las memorias de un mártir.
En esta época de tráfico incesante y de artistas sobrevalorados gracias a ese fenómeno tan agridulce como lo es el hype, existen personas que se dedican a fabricar el gadget mas sofisticado, capaz de sostener en él, toda aplicación innecesaria para la vida rudimentaria, llámese cámara fotográfica y de video, dispositivos bluetooth, juegos con mejores graficas y sobre todo, esa señal Wi-Fi que se ha convertido en una característica humana de primera necesidad. Por otro lado, existen personas que se dedican a una creación más esencial, una fabricación minimalista, natural y orgánica, es así como llega a nuestros oídos, “El fabricante de lluvia”, segundo EP de Aveces Siempre.
El mártir
¿Para qué pelear? Es una pregunta universal que ataca al corazón desde tiempos inmemoriales y que seguirá clavando estaca por estaca, a esos aferrados a la esperanza de un tiempo mejor, en el que por azares del destino, podrán cohabitar el mundo con ese ser especial al que tanto han añorado tener en su corazón, en su casa o en su vida.
Pero vamos, ¿Cuántas veces no hemos sufrido por alguien que se va?
Las despedidas son difíciles, lentas y agonizantes, llenas de dolor, memorias dulces y recuerdos amargos; calma, respira, y cuenta hasta diez, no todo es maldad en este lago de lagrimas incesantes y promesas rotas, al menos ha quedado esa pequeña sonrisa que en ciertos momentos de soledad se convierte en tu mejor recuerdo.
Y cuando todo esto malo ha pasado, es cuando nos arrepentimos de todo aquello que vivimos. Pudimos habernos evitado tanto dolor y sufrimiento si nunca hubiéramos comenzado a “disfrutar” aquello que los sabios han querido llamar amor, y así mismo, aquello que esos mismos intelectuales han sabido describir. Pero el que no juega no gana, el que no prueba no conoce, el que no ama, no puede ser amado.
Después de fabricar una lluvia de experiencias aleatorias como las que nos entrega Rodrigo en éste segundo EP, podemos tener la seguridad de que “El Fabricante De Lluvia” no es sólo una queja hacia aquellas personas que han hecho de nuestros corazones un paciente frecuente en la sala de operaciones. Tampoco es un caldo de pollo o de res para el alma con el que se superen las grandes depresiones del sutil toque humano, pero si un compañero fiel en ese proceso en el que padecemos los más dulces encantos de una despedida, un rompimiento o una simple separación mas allá de lo físico; un acompañante digno en aquel camino que llamaremos amor.
Es imposible no sentirse mal cuando los problemas amorosos acosan tu vida, vamos, es una cualidad humana completamente comprensible. A todos alguna vez, nos gusta sentir un poco de tristeza, jugar al melancólico y tomar ese rol deprimente que hace que nuestros ojos secreten lagrimas poco a poco hasta que no podamos mas, o simplemente, sentir que somos el único ser humano que sufre de tales atrocidades al corazón. Ayudados de Rodrigo Carillo, puede que sea un poco más llevadero.
Aqui les dejamos una rolita de la banda para que los vayan conociendo.