El pasado 12 de Marzo se llevó a cabo una edición más del cada vez más conocido indie o fest, este festival se ha caracterizado por intentar presentar propuestas independientes que provienen tanto del exterior, como del interior de nuestro país. Este año 5 bandas fueron las encargadas de representar el line up del festival. La primera de estas bandas, Childs, fueron los encargados de abrir el escenario.

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Childs, los representantes de México en el festival subieron a las 8 de la noche al escenario, aunque son un grupo poco conocido por muchos, lograron captar la atención del público que ya había llegado al foro y al final se llevaron los aplausos y gritos de la gente; fueron una grata sorpresa y nos dejaron sorprendidos a varios de los que estábamos ahí.

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Los siguientes en subir al escenario fueron los oriundos de Estocolmo The concretes, quienes de entrada hicieron bailar a varios de los asistentes, y los que no bailaron estaban concentrados en cada uno de los sonidos que este grupo nos presentaba, una mezcla de varios instrumentos que sonaba simple y melosa y que al final tuvo un gran resultado entre los que estaban presentes.

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El tercer proyecto presentado en la noche fue el de Nika Roza Danilova, mejor conocida como Zolá Jesus, inmediatamente llamó la atención de los que no la conocían, ya que su show oscuro y su voz peculiar son difíciles de ignorar. Los muchos fans que fueron a verla se notaban emocionados y sobre todo satisfechos por lo que veían. Explosión, entrega y una gran voz es básicamente lo que Nika nos regaló en la noche, sin duda alguna, lo mejor del festival.

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Ya daban las 22:55 y era el turno de que la banda Bear in Heaven (Brooklyn) subiera a escena, este grupo había generado una gran expectativa entre los asistentes, empezaron muy bien y eso se notaba al voltear y ver como todo el publico movía sus cabezas, el punto máximo de su presentación fue al tocar “lovesick teenager”, lo malo fue que después de esta canción el show se vino para abajo, y se volvió por momentos monótono y aburrido, a tal grado de que volvieron a tocar su tema “lovesick teenagers”.

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Por último quedaban los muy esperados The pains of being pure heart, quienes son grandes exponentes del pop independiente en Estados Unidos. Subieron al escenario aproximadamente 15 minutos después de lo que estaba previsto, por lo que varios espectadores decidieron abandonar el recinto, pero los que se quedaron pudieron disfrutar de temas como “everything with you” y “this love is fucking right” que los hicieron sacar sus mejores pasos “hipster”. Lo único lamentable de su presentación fue que el vocalista Kip Berman se tropezó y salió un momento del escenario, pero momentos después se calmó y regresó a tocar. Para mi opinión fue una presentación un poco insípida y sin momentos cumbres como yo lo hubiera esperado, pero los fans estuvieron mas que satisfechos.

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La asistencia fue muy buena, hubo momentos en los que parecía que salir del foro sería una misión sumamente dura, lo cual me parece muy bueno, ya que se demuestra que no se necesita tener bandas de mucha proyección para hacer un evento de calidad y también con esto se refleja que la escena independiente en México va cada día más en aumento. En resumen valió la pena ir y conocer propuestas de alrededor del mundo para saber cómo se está moviendo la música independiente en escenas diferentes a la nuestra, lo único que me gustaría ver en futuras ediciones sería un poco mas de diversidad de géneros (para evitar lo monótono que se puede volver), ya que así el festival sería más rico y nos dejaría un mejor sabor de boca (que ya de por sí muy bueno). Otra cosa que me agradó del evento fue la tolerancia del público, si había un proyecto que no les gustaba simplemente bajaban al área de bebidas y esperaban a que su grupo subiera escena, en esa misma área había alguien que avisaba por el micrófono cuando un artista estaba a punto de subir al escenario, lo cual es un gran detalles por parte de la producción ya que hay veces que por estar platicando el tiempo se te va y te pierdes del grupo que querías ver.

La organización del evento me pareció excelente, no hubo problemas de audio que no se pudieran solucionar, ni disturbios con los guardias de seguridad, nada que lamentar; el evento fue redondo, lo que las bandas dejan en el escenario no queda en manos de los que organizan este evento, me quedo con un buen sabor de boca porque hoy el indie o fest es una realidad, ahora hay que esperar a ver lo que nos tare el festival el próximo año, que sabemos que será mejor que la edición 2011, y no porque haya sido malo, sino porque siempre se espera mejoría; así mismo espero que los promotores y productores tomen como ejemplo este festival para animarse a hacer cosas así al rededor de nuestro país y que la escena independiente se conjunte y de verdad se vuelva una escena.